En el populoso barrio caraqueño 23 de Enero, donde yacen los restos del presidente Hugo Chávez, un puñado de vecinos del sector El Calvario hace una fila corta para retirar las bolsas de alimentos subsidiados, distribuidas por los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP).
Creados por el mandatario Nicolás Maduro en abril para llevar alimentos casa por casa a beneficiarios de programas sociales, los CLAP han desatado una polémica en el país.
“Son el gran instrumento de la revolución para vencer la guerra económica”, aseguró Maduro, al atribuir a los empresarios privados acaparamiento y especulación para provocar la crisis de alimentos. Por eso, afirma, ahora “todo el poder para los CLAP”.
Muchos venezolanos hacen horas de fila en los supermercados buscando productos regulados porque el sueldo no da, en un país con la inflación más alta del mundo (180% oficial en 2015), pues el salario mínimo más un bono alimentario suman 35.000 bolívares (63 dólares a la tasa oficial más alta de 550 por dólar, y 35 dólares a la del mercado negro).
Encargada de verificar en una lista la entrega para 254 familias, Herminia Rangel, jefa de la unidad de movilización del gobierno socialista en la zona, explica a AFP que se reparten dos tipos de bolsas: una más básica, conocida como “Mercal”, de “productos fabricados por el Gobierno”; y la “prepago”, para la que los CLAP recogen el dinero, compran y luego distribuyen.
La “bolsa Mercal” que se repartió en El Calvario costó 910 bolívares, altamente subsidiada. La última “bolsa prepago” que se vendió allí costó 3.700 bolívares.
“Aunque la bolsa no trae todo, me alivia mucho el presupuesto, porque no tengo que comprar a bachaqueros (revendedores de productos subsidiados) y puedo programar el gasto”, dijo a la agencia francesa Mayerlin Monascal, madre de tres hijos. “Ahora busco carne y verduras en mercados populares”, añadió.
Pero muchos se quejan de que el contenido de las bolsas no alcanza y que llega apenas a un pequeño sector de la población. Si se comprara a bachaqueros, la bolsa “Mercal” costaría 12.500 bolívares.
“Ayuda pero no alcanza para todo lo que uno necesita. Y a veces no llega. Yo voy a necesitar pañales, y la fórmula (leche para bebés) los bachaqueros la venden a 7.000″, lamentó Yosmary Ramos, de 19 años y con siete meses de embarazo, vecina de otro populoso barrio, Petare.
fuente: www.caraotadigital.net