Hace un año y 8 meses el diseñador industrial Juan Carlos Chávez y su esposa viajaron como mochileros a Perú, y una vez en Lima, decidieron quedarse.
Chávez es egresado de la Escuela de Diseño Industrial de la Universidad de Los Andes, y en el momento de irse trabajaba en la escuela de ingeniería industrial de la Universidad Católica Andrés Bello, donde afinó un perfil ingenieril, orientado a las tecnologías productivas de donde surgen los objetos.
Con dicho bagaje aterrizó en la capital peruana, e inició la búsqueda de empleo en el área académica. Al final de un intensivo proceso de selección de cuatro meses, fue contratado como profesor tiempo completo y asesor por la Universidad de Ingeniería y Tecnología (UTEC), para la carrera de Ingeniería Industrial. También le han encomendado la construcción del Syllabus del Taller de Ingeniería de Diseño y colaboración en diseño digital CAD.
Chávez también reconoce los buenos oficios de la EDI-ULA, aunque su orientación sea bauhasiana. “En general la educación que recibí en mi escuela fue muy buena, aunque considero actualmente que es momento para que cambie su malla curricular, creo que llegará en su momento”.
Para sembrar papas en Marte
Pese a su aún breve recorrido en UTEC, Juan Carlos Chávez participa con entusiasmo en varios proyectos de envergadura para su carrera, como es el caso del de astrobiología que se realiza en conjunto con la NASA para diseñar y desarrollar tecnologías que contribuyan a la colonización de Marte.
La idea parte de un problema detectado: el consumo de alimentos no masticables en el espacio genera diferentes trastornos en los astronautas, además de la necesidad de producir alimentos en el espacio. A partir de dicho diagnósticos, los científicos de la NASA estudiaron varios tipos de alimentos hasta dar con la papa, tubérculo robusto que consideran idóneo para sembrar en condiciones extremas.
Entonces recurren al Centro Internacional de la Papa (CIP) en Perú para profundizar la investigación sobre este vegetal que es sembrado a tres mil metros de altura y a -10 grados en las montañas andinas. Sumémosle que en ese país se encuentra el desierto de La Joya, en Arequipa, en el que no ha llovido durante 20 millones de años. Por lo tanto es una tierra rojiza y sin vida, como Marte.